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A los menores de edad no les resulta especialmente complicado gastarse el dinero de la paga o que tienen ahorrado en Internet. Y es que, a pesar de ser menores de edad, cualquier ordenador, tablet o móvil, les permite acceder a las apuestas online en la red. Puede llegar a ser sorprendente la facilidad con la que se puede acceder al juego o las apuestas online. En algunas páginas basta con aceptar una casilla que dice «soy mayor de edad», y algunas incluso no solicitan ningún tipo de identificación para validar esa mayoría de edad.

Y lo que es más sorprendente todavía es que existen leyes que hacen este procedimiento obligatorio. La Ley de regulación del juego de 2011 indica la obligación de las empresas de juego online a verificar la identidad de sus usuarios, así como su mayoría de edad y que no estén inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego.

Joven usando tablet para apostar online
Se puede acceder al juego online desde cualquier dispositivo

Por otro lado, contamos con que, para facilitar dicha verificación de los datos de los usuarios, la Dirección General de Ordenación del Juego lo pone fácil. Proporciona un servicio de comprobación de la identidad y la edad directamente asociado a la base de datos de DNI gestionada por la Dirección General de Policía. Y a pesar de todo ello, los menores pueden acceder con total facilidad a muchas de ellas.

Y es que es una situación peligrosa porque a esas edades se es muy vulnerable y estas acciones de juego online pueden acabar fácilmente en casos de ludopatía. Un estudio perteneciente a la Dirección General de Ordenación del Juego afirma que: En torno al 62% de los menores de 18 años afirma haber jugado a algún juego de azar en los últimos meses. Siendo las más frecuentes las apuestas deportivas y las quinielas. De entre los que juegan, cerca del 23% manifiestan entre uno y tres criterios de juego patológico.

El control es más difícil en el juego online. Aunque haya que introducir el DNI antes de empezar a apostar, en realidad no se exige una acreditación fehaciente de la persona que va a jugar. Esto hace bastante fácil saltarse la norma. Sin embargo, la falta de medios hace que no se pueda perseguir a las empresas que permiten a menores de edad jugar. Se alerta del peligro de combinar las tragaperras con la plataforma más adictiva que existe: El juego online. Se ha pasado de tener dos tragaperras en cada bar, a tener una en cada móvil.

Joven usando teléfono móvil
Muchos menores de 18 años afirman jugar a juegos de azar

Otro hecho inquietante es el hecho de que, en 2018, los españoles gastaron en apuestas online más de 17.300 millones de euros. Lo que equivale al 1,4% del PIB de España.

Prevención y síntomas

Desde la página de jugarbien.es, perteneciente a la Dirección General de Ordenación del Juego, nos dan unos consejos para prevenir estas conductas entre los más jóvenes:

  • Acompañar a los menores en la navegación segura por Internet como primera medida de formación.
  • Asegurar la protección del ordenador: Mantener la contraseña en secreto, bloquear ciertas páginas, etc.
  • Instalar programas de protección de menores o recabando información en sitios como: estafas.info, pantallasamigas.net, quenoteladen.es, ciberfamilias.com o tecnoadiccion.es
  • No facilitar medios de identificación de adultos que puedan ser suplantada la identidad.
  • Recabar ayuda de profesores y tutores.

Hombre usando ordenador con símbolos de protección
Una navegación segura es fundamental para proteger a nuestros menores

También nos proporcionan algunas conductas que pueden indicarnos problemas con el juego:

  • Aumento del gasto de dinero sin motivo aparente.
  • Desaparece dinero o bienes del hogar.
  • Intenta evitar cualquier control económico.
  • Aumentan las mentiras y engaños para esconder el tiempo de juego.
  • Abandono de amigos y actividades sociales que solía realizar.
  • Puede presentar ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc.
  • Las relaciones familiares se tensan y pueden llegar a deteriorarse.