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La convivencia con una persona adicta puede resultar agotadora y un desgaste diario muy grande. Los adictos tienen una enorme inestabilidad emocional, al igual que impredecibles. Mantener una comunicación con una persona dependiente del consumo de sustancias, no resulta nada sencillo.

En muchas ocasiones, se puede hablar de la adicción como una enfermedad que afecta a toda la familia. Se estima que cada adicto perjudica la vida de, por lo menos, cuatro personas.

Una adicción es una enfermedad crónica cerebral, por lo que necesita la ayuda de un médico, psiquiatra en casos muy avanzados y sobre todo terapia de psicólogo.

¿QUÉ QUIERE DECIR QUE UNA ADICCIÓN SEA UNA ENFERMEDAD CRÓNICA CEREBRAL?

Lo que quiere decir es que se necesita ayuda profesional sanitaria para poder curar esa enfermedad.

Una persona que se ha convertido en adicta, va a chantajear, mentir, abusar y manipular para conseguir lo que necesita. Por lo que su cerebro cambia. Cuando se entra en un círculo vicioso podemos llegar a perder lo que más queremos, la familia, el dinero, el trabajo y todo lo que nos rodea.

El gran problema de esta enfermedad, es que el adicto es la última persona en reconocer que tiene un problema. Cuando lo hace ya suele ser tarde porque el cerebro se ha modificado y no puede evitar el consumo.

QUÉ PASA DURANTE LA CONVIVENCIA.

  • Desamparo: La mayoría de parejas que conviven con una persona adicta, se sienten solas. Todas las cargas familiares recaen sobre ellas, por lo que tienen que ocuparse de todo lo relacionado con la familia. El adicto solo se preocupa de la droga, y lo demás pasa a un segundo plano, siendo la otra persona la que se ocupe de sus necesidades básicas, como comer, el mantenimiento de la casa o vestirse.
  • Codependencia: Una persona dependiente de la droga, también se vuelve más dependiente de su pareja. Si el consorte le dedica a esa persona todo su tiempo como forma de satisfacer sus necesidades emocionales, puede acabar en una relación tóxica para ambos.
  • Aparecen sentimientos negativos: Convivir con una persona adicta hace que surjan un conjunto de emociones que van desde la ira y frustración hasta la culpa de no saber qué hacer ante esa situación. En ocasiones, la pareja del adicto puede llegar a deprimirse por no ser capaz de ayudar a su pareja. Detrás de cada adicto encontramos un círculo de personas, un núcleo familiar, que está afectado por la enfermedad. En muchos casos los familiares sufren tanto como el enfermo.

¿CÓMO LUCHAR CON UNA PAREJA ADICTA?

Tenemos que tener claro que nunca vamos a conseguir controlar la adicción de nuestra pareja adicta. Debes aprender a que tu vida no gire en torno a la de tu pareja. Busca ayuda de un profesional, tanto para ayudar a tu pareja como para ayudarte a ti mismo a manejar todas las inquietudes y sentimientos que esa enfermedad te despierta.

CONSEJOS DE CONVIVENCIA CON UN ADICTO EN CASA

  • Evita consumir alcohol en casa, ya que solo despertarás sus ganas de consumir.
  • No hagáis brindis en su presencia.
  • No te acerques a hablar con él si vienes del bar o has bebido alcohol.
  • Intenta no hacer de policía, la adicción es una enfermedad muy compleja y no puedes controlar su proceso.
  • Evita conversaciones sobre su comportamiento o vida de antes.
  • Tratar de no poner películas que contengan contenidos sobre excesos.
  • Cambiar el canal si las noticias se encuentran en la incautación de alijos o noticias sobre botellones.
  • Retira del uso cotidiano todo lo que lleve publicidad de alcohol.
  • Deja de celebrar todo.
  • No te tomes como algo personal sus ataques.
  • Evita las discusiones.
  • Cambia los muebles de sitio, estar en un entorno diferente le hará sentir mejor.
  • Trata de no darle dinero.
  • Haz tu vida, no te centres en el enfermo.

LA SOLUCIÓN NUNCA ES SIMPLE

Convivir con un adicto, hace que sucedan a diario estas situaciones complicadas, tensas y de desgaste.

Consejo muy importante. Ante los primeros síntomas de que convives con un adicto, llama a un profesional experto en adicciones. TÚ SÓLO O SÓLA NO PUEDES CON ESTO. Lo mejor es prevenir antes de que se agrave la adicción de tu pareja, familiar o amigo.