El alcohol es una droga que afecta al sistema nervioso central, deprimiéndolo. El principal componente del mismo es el etanol o alcohol etílico. El alcohol ingerido se absorbe en el aparato digestivo y pasa al torrente sanguíneo donde puede permanecer hasta 18 horas. A los pocos minutos de su ingesta empiezan a aparecer los síntomas del mismo.
Entre ellos podemos encontrar desinhibición, euforia, cambios emocionales, lapsos de memoria, impulsividad, pérdida de conocimiento, y en último lugar intoxicación aguda. En este último caso se produce somnolencia, coma o incluso la muerte.
Su consumo excesivo y prologando puede tener efectos perjudiciales a largo plazo como el desarrollo de trastornos emocionales, la limitación del desarrollo cerebral en adolescentes, la destrucción de neuronas, daños en el hipocampo, psicosis y deficiencia de la vitamina B1.
Desde AMAS somos conscientes de la peligrosa situación en la que se encuentras las personas dependientes del alcohol. Por eso nuestra principal preocupación es dar la oportunidad de recuperarse y brindar nuestro apoyo social.
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